http://www.evangeliodeldia.org Laicos-por-el-Bautismo: May 2008

Laicos-por-el-Bautismo

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Location: Barcelona, Cataluña, Spain

Friday, May 23, 2008

El Cristianismo es "la revolución más profunda de la historia"

El Cristianismo es "la revolución más profunda de la historia", dice el Papa

VATICANO, 23 May. 08 (ACI).-El jueves por la noche, durante la Misa celebrada con ocasión de la Solemnidad del Corpus Christi el Papa Benedicto XVI destacó que por la Eucaristía, el cristianismo es la revolución más profunda de la historia.

El Pontífice, que presidió la Santa Misa en la explanada de la Basílica de San Juan de Letrán y posteriormente presidió la procesión eucarística hasta la basílica de Santa María la Mayor, habló del significado de esa solemnidad a través de los tres gestos fundamentales de la celebración: la reunión "alrededor del altar del Señor para estar juntos en su presencia; la procesión, "caminar con el Señor", y por último, "arrodillarse ante el Señor, la adoración".

Para explicar el primer gesto, el Santo Padre citó la epístola de San Pablo a los Gálatas, donde está escrito: "Ya no hay ni judío, ni griego, ni esclavo ni libre, ni hombre ni mujer, porque todos sois uno en Cristo Jesús". "En estas palabras se siente la verdad y la fuerza de la revolución cristiana, la revolución más profunda de la historia humana, que se experimenta en torno a la Eucaristía: aquí se reúnen en presencia del Señor personas diversas, por edad, sexo, condición social, ideas políticas. La Eucaristía no puede ser nunca un hecho privado".

"Estamos unidos más allá de nuestras diferencias, nos abrimos unos a otros para convertirnos en una cosa sola a través de Él", agregó.

Tocando el segundo aspecto, "caminar con el Señor", Benedicto XVI afirmó que la procesión del Corpus Christi nos enseña que la Eucaristía quiere liberarnos de todo desaliento y desánimo... para que podamos reanudar el camino con la fuerza que Dios nos da mediante Jesucristo".

"Sin el Dios con nosotros, el Dios cercano ¿cómo podemos sostener la peregrinación de la existencia, sea como personas que como sociedad y familia de los pueblos? La Eucaristía es el sacramento de Dios que no nos deja solos en el camino sino que se coloca a nuestro lado y nos indica la dirección. Efectivamente no basta ir adelante, sino ver hacia donde se va. No basta el progreso si no hay criterios de referencia".

Por último, el tercer elemento del Corpus Christi, "arrodillarse en adoración frente al Señor" es "el remedio más válido y radical contra las idolatrías de ayer y hoy, es profesión de libertad: el que se inclina ante Jesús no puede ni debe postrarse ante algún poder terrenal, por fuerte que sea".

Los cristianos, concluyó el Santo Padre, "nos inclinamos ante un Dios que fue el primero en inclinarse hacia el ser humano... para socorrerlo y darle vida, que se arrodilló ante nosotros para lavarnos los pies sucios. Adorar el Cuerpo de Cristo significa creer que en ese trozo de pan, está realmente Cristo, que da sentido a nuestra vida, al universo inmenso y a la criatura más pequeña, a toda la historia humana y a la existencia más breve".

Monday, May 12, 2008

El mundo no puede dar la paz que sólo se encuentra en Cristo

Solemnidad de Pentecostés

El mundo no puede dar la paz que sólo se encuentra en Cristo, dice el Papa

VATICANO, 11 May. 08 / 10:21 am (ACI).- Durante la Misa celebrada en la Basílica de San Pedro por la Solemnidad de Pentecostés y posteriormente en el último Regina Caeli del año, el Papa Benedicto XVI exhortó a los fieles a vivir la paz de Dios mediante el recurso a los Sacramentos, para luego transmitirla al mundo necesitado de paz.

Durante la homilía de la Misa que presidió en la Basílica, el Pontífice recordó que “en esta fiesta del Espíritu y de la Iglesia queremos dar gracias a Dios por haberle dado a su pueblo, elegido y formado en medio de todas las gentes, el bien inestimable de la paz, ¡de su paz!”
“mismo tiempo –agregó-, renovamos la toma de conciencia de la responsabilidad conectada a este don: la responsabilidad de la Iglesia de ser constitutivamente signo e instrumento de la paz de Dios para todos los pueblos”.

Al respecto, el Pontífice recordó que “he tratado de hacerme transmisor de este mensaje acercándome recientemente a la sede de la ONU para dirigir mi palabra a los representantes de los pueblos”; pero advirtió que “no es solo en estos eventos en ‘las cumbres’ en los que se debe pensar. La Iglesia realiza su servicio a la paz de Cristo sobre todo en la presencia y acción cotidianas en medio de los hombres, con la predicación del Evangelio y con los signos de amor y de misericordia que la acompañan”.

Benedicto XVI subrayó que “entre estos signos, cabe subrayar “principalmente el Sacramento de la Reconciliación, que Cristo resucitado instituye en el mismo momento en que entrega a sus discípulos el don de su paz y de su Espíritu”.
“¡Cuán importante y lamentablemente no suficientemente comprendido es el don de la Reconciliación, que pacifica los corazones! La paz de Cristo se difunde solo a través de corazones renovados de hombres y mujeres reconciliados y convertidos en servidores de la justicia, dispuestos a difundir en el mundo la paz con la sola fuerza de la verdad, sin caer en compromisos con la mentalidad del mundo, porque el mundo no puede dar la paz de Cristo: es así como la Iglesia puede ser fermento de aquella reconciliación que viene de Dios. Puede serlo sólo si permanece dócil al Espíritu y da testimonio del Evangelio, sólo si lleva la Cruz cómo y con Jesús. ¡Precisamente esto es lo que testimonian los santos y santas de todo tiempo!”
Poco después, al concluir la Misa, presidiendo el último Regina Caeli de este tiempo, el Santo Padre recordó que “el Espíritu consagra la persona y la hace al mismo tiempo miembro vivo del Cuerpo místico de Cristo, partícipe de la misión de testimoniar su amor. Y esto se realiza mediante los Sacramentos de la iniciación cristiana: el Bautismo y la Confirmación”.

Benedicto XVI recordó que la renovación en estos sacramentos forma parte de su Mensaje para la próxima Jornada Mundial de la Juventud 2008; y señaló que “hoy quisiera extender la invitación a todos: redescubramos, queridos hermanos y hermanas, la belleza de ser bautizados en el Espíritu Santo; retomemos la conciencia de nuestro Bautismo y de nuestra Confirmación, fuentes de gracia siempre actual”.